Vivo en Montes Urales 505 en el 5º piso, es un bonito edificio ubicado en una zona de lujo, paso aquí aproximadamente 12 horas al día, en teoría debería salir a comer, pero como llevo mi comida, pues me quedo. Hoy fui a comer quekas al Desierto de los Leones y me sorprendió estar afuera, el aire, la luz, la temperatura, los árboles, chale, ni que me hubiera ido a un bosque en Canadá a comer mapaches, pero sí, me sentí muy bien, mi trabajo me gusta mucho, pero no me gusta estar tanto tiempo encerrado. Por otro lado, cuando salgo valoro mucho más lo que está allá afuera, creo que eso es bueno. Lo mejor del día: Los sopes con cecina, la sopa de hogos y el café con piloncillo y canela.
¿Por cierto, a quién se le ocurrió que había leones en el desierto?
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