lunes, 15 de septiembre de 2008

¿36?, el principio del fin

No, no son los años, todavía me faltan algunos para empezar a preocuparme por la edad; el caso es que hoy andaba en Perisouth y pasé a Jálate el Oso, me encontré unos jeans que me gustaron, a precio decente y dije, bueno, pues a ver, probémonoslos, entonces, como siempre, me llevé los 32 por si el modelo estaba grande y los 34 por si estaba chico, porque la 33 no la maneja esta marca y sha la la, ¡y oooh sorpresa!, no me quedaron ni los 32, ni los 33 que no había, ni los 34, mierda, ¡tuve que pedir unos 36!, en los cuales sí entré pero gritaban ¡BIENVENIDO CHANCHO!. Y pues ya ni me los compré porque me sentí mal conmigo mismo, no por ser un comprador compulsivo, sino por mi redondez inminente.

Y bueno, siempre he pensado que la talla 32 es para pubertos o calacos y que a partir de la 36 ya eres un gordo oficial. Mi hermano me dijo que este era el principio del fin de mis compras en Jálate el Oso, y ni como discutirlo.

¿Qué me queda?, pues dejar de tragar y ponerme a hacer deporte o resignarme a ser un puerco citadino más.








.De gordos y mamones están llenos los panteones.

1 Fluorescentes:

Mu dijo...

Jajajaja Jálate el osos :P Y qué te digo mi querido Al, cuando te vi no pude evitar tocar tu pancita sabrozona