Nunca he podido comprender por qué hay personas que se sientan en el piso de los vagones del metro, por lo regular son escuinclitos huevones que quieren demostrar no sé qué chingados; lo peor es que lo hacen incluso cuando los vagones van llenos. Les juro que me dan ganas de patearlos.
Seguramente todavía traen algo de Aztecas en la sangre y su instinto les dice que se sienten en el piso.
sábado, 30 de agosto de 2008
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1 Fluorescentes:
Creo que esos weyes son un mal necesario; gracias a ellos los chicles se pegan a sus nalgas y no a tus zapatillas Nike Dunk.
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