La depresión, la favorita de las grandes urbes.
Alcoholismo, drogas y cigarro, para panboleros, emos, beatboys y oficinistas de Polanc city.
Anorexia y bulimia para esas pobres teens que nunca les enseñaron a valorarse.
Comedores compulsivos, para todas nuestras tías y tíos que se dedicaron a enpuercar.
El metrosexual, bueno, esto más que enfermedad, es una pendejada muy, muy, muy grande.
Compredores compulsivos, porque el vacío se llena con objetos.
Workoholics, puta, estos como me cagan, chingada madre, vivan y dejen vivir a los demás.
Güevocres, o sea, lo contrarío de los Workoholics, güevones y mediocres.
Y bueno, la lista es larga, larga, larga, ¿cuántas de estas enfermedades padecemos?, mmmmmm, mejor ni digo.
.Es más difícil curar una mente, que un cuerpo.
2 Fluorescentes:
y faltó en la lista los Tecnoestresados...
Esos güeyes (como yo),morimos por lo último en tecnología, y sentimos un graaaaaan vacío cuando no podemos comprarla... como la ves.
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