domingo, 4 de noviembre de 2007

La Noche de los Muertos Vivientes

Llegué, estaba cansado y enfermo después de un día largo en la agencia, uno de esos famosos días de "hundimiento". La vi con su sonrisa radiante, su cabello de noche y sus ojos de infinito, Alaska siempre es bella e intensa, no importa cuánto tiempo pase, en unos minutos es como la primera vez. En esta ocasión estaba sola, Alaska nunca está sola, y cuando lo ha estado nunca fui tan audaz como para hacerle saber lo que ambos ya sabíamos. Cerveza, humo, música, charla, atrevimiento, nervios, sonrisa, contacto. Sus labios, rosas, su piel de nieve, sus manos de porcelana. ¿Por qué Alaska es así?, irresistible. Los labios de Alaska, el paraíso, puede que nunca vuelva a sentirlos, pero en esta noche de muertos, la Narvarte le dio un regalo a este cadáver que deambula en la ciudad.

Por cierto, Alaska tiene pies de ángel.

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